Han vuelto los días en que salimos de casa en plena oscuridad, a pesar de ser las 6 a.m., y regresamos bajo la misma penumbra, aunque apenas sean las 5 p.m. Nos sentimos adormilados, ya que nuestro reloj biológico se altera al no percibir la luz natural (para él, durante gran parte del día, es hora de ir a la cama).
No te negamos que, en nuestro caso, ha cruzado por la mente la idea absurda de buscar cómo convertirnos en osos o marmotas y regresar a nuestra forma humana entre marzo o abril. ¿Lo has pensado tú también? Pues bien, mientras encontramos la pócima mágica que nos ayude con eso, permítenos contarte una de las razones por las que nuestro cuerpo se siente así y una posible alternativa para lidiar con ello.
Invierno – Exposición solar = Déficit de Vitamina D
La vitamina D juega un papel clave en nuestro cuerpo, ya que estimula la absorción de calcio en el intestino, regula el sistema inmunológico y mejora la función muscular. El problema aquí es que la mayor producción de esta vitamina se realiza a través de nuestra piel cuando nos exponemos a la luz ultravioleta del sol. Aunque también puede obtenerse mediante ciertos alimentos, las cantidades suelen ser mínimas.
Numerosos estudios han demostrado que, en los adultos, la deficiencia de vitamina D puede provocar enfermedades como osteopenia, osteoporosis, osteomalacia y debilidad muscular. Además, la evidencia sugiere que niveles bajos de esta vitamina están relacionados con enfermedades autoinmunes, cáncer, problemas cardiovasculares, depresión y demencia.
Por lo tanto, mientras volvemos a disfrutar de días con mayor exposición al sol, una alternativa útil son los suplementos vitamínicos. Un estudio realizado en China demostró que consumir vitamina D3 en una dosis de 1000 UI al día durante un mes de invierno ayuda a aumentar los niveles de esta vitamina en la sangre. Asimismo, contribuye a mantener equilibrada una hormona llamada PTH, esencial para la salud ósea y la regulación del calcio en el cuerpo.
¿Cómo tomarla?
Puedes consumirla después del desayuno, siempre que este haya incluido alimentos grasos como huevos o tostadas con aguacate. De lo contrario, sería más beneficioso tomarla después del almuerzo. Lo importante es que la comida haya contenido grasas saludables, ya que, de esta manera, se absorbe de forma más eficiente, dado que es una vitamina liposoluble.
Precauciones
Como todo en la vida, es importante mantener el equilibrio, y este suplemento vitamínico no es la excepción. Si te interesa incorporarlo en tu rutina diaria, recuerda que puede interactuar con ciertos medicamentos. Por ello, es fundamental que consultes a un médico o nutricionista para determinar la dosis adecuada y prevenir posibles efectos secundarios, especialmente si tienes diagnósticos de enfermedades renales, cardíacas o si estás tomando medicamentos como corticosteroides, estatinas, diuréticos tiazídicos, entre otros.
Referencias:
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